¿Pueden los fabricantes de automóviles estadounidenses volver a ser grandes? Según una nueva encuesta del sector, parece que la mayoría de los propietarios de concesionarios estadounidenses tienden a preferir trabajar con fabricantes de automóviles japoneses incluso después de que los Tres de Detroit adoptaran medidas importantes y gastaran cuantiosamente para que las redes minoristas nacionales fueran más competitivas que nunca.

Los concesionarios de automóviles estadounidenses han clasificado las franquicias Lexus y Toyota de Toyota Motor Corp. como las "más valiosas" y dicen que la compañía japonesa y dos de sus rivales (Subaru y Honda) son más receptivas a sus necesidades, según este informe publicado el martes por la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles. Ese grupo es conocido por representar y hacer lobby en nombre de unos 16.500 concesionarios de todo el país y ha basado sus hallazgos en las respuestas de aproximadamente 9.000 concesionarios a una encuesta. La encuesta trataba sobre sus opiniones sobre el valor de la franquicia, los contratos con los fabricantes de automóviles y el personal de campo que emplean las compañías automovilísticas.

¿Qué significa esto para las compañías automovilísticas estadounidenses?

El informe de la NADA es un llamamiento a los fabricantes de automóviles nacionales para que sigan esforzándose por fortalecer sus relaciones con los consumidores. El mes pasado, Planning Perspectives Inc. publicó un influyente estudio anual sobre las relaciones de las empresas automovilísticas con los proveedores, en el que también se situó a los fabricantes de automóviles japoneses por encima de sus homólogos nacionales, en particular en lo que respecta al trato con los fabricantes de piezas, aunque General Motors Co. y Ford Motor Co. han logrado importantes avances en ese ámbito en los últimos años.

Al momento de escribir este artículo, Ford y GM están reportando ganancias considerables en los EE. UU. en medio de ventas récord de vehículos livianos y precios bajos de la gasolina (lo que impulsa la demanda de camionetas livianas). El informe más reciente de Bank of America Corp. sobre la cartera de productos en desarrollo, “Car Wars”, incluso ha elogiado los planes de productos futuros de los fabricantes de automóviles nacionales.

Habrá otro informe de calificaciones cuando JD Power revele su Estudio de Calidad Inicial anual. El IQS es considerado ampliamente como una de las pruebas decisivas más importantes para determinar si los fabricantes de automóviles fabrican los "mejores vehículos nuevos". Lexus, Toyota y Honda Motor Co. pueden estar dominando actualmente el campo, sin embargo tienen rivales muy cercanos como Ford, la marca Chevrolet de GM y Lincoln.

¿Qué es lo que dicen los distribuidores?

Además de representar a las marcas, los concesionarios de automóviles también actúan como primer cliente de los fabricantes de automóviles, ya que los ingresos se basan en la producción y no en las ventas minoristas reales. Por lo tanto, si un concesionario de automóviles reduce los pedidos o acumula inventario, las empresas automotrices deben reducir su producción, aumentar los incentivos o volcar la producción en flotas de alquiler.

En el caso de la encuesta de NADA, las marcas de Toyota fueron seguidas por Honda y Subaru de Fuji Heavy Industries como favoritas de los concesionarios de automóviles. Mientras tanto, a pesar de la gran controversia de los últimos meses, Porsche de Volkswagen AG completó las cinco marcas principales. Fueron solo la franquicia Jeep de Fiat Chrysler Automobiles NV (cuyas ventas se nutren de un reciente auge de los vehículos utilitarios deportivos) y la marca Blue Oval de Ford las únicas marcas nacionales que se ubicaron entre las 10 primeras en la encuesta.

Por supuesto, NADA dijo que los concesionarios Lexus fueron los más propensos a responder a la encuesta; según los representantes, los concesionarios que vendieron modelos Mercedes-Benz, Hyundai Motor Co., Porsche y Ford también tuvieron tasas de participación comparativamente fuertes.

Estos resultados se han obtenido varios años después de que General Motors y Chrysler gastaran miles de millones de dólares para aumentar el número de concesionarios hasta alcanzar los miles en las redes de Estados Unidos solamente. Si bien es cierto que tener más concesionarios que los competidores les ayuda a llegar a compradores en más lugares, también significa arriesgar la rentabilidad de las tiendas individuales. Si bien es poco probable que los fabricantes de automóviles estadounidenses estén dispuestos a reducir el tamaño de su red de concesionarios, está claro que necesitan hacer más para competir con las marcas no estadounidenses.