El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda Volkswagen AG La semana pasada, en busca de miles de millones de dólares en daños relacionados con el reciente escándalo de fraude de emisionesEsta demanda civil, presentada en un tribunal federal de Detroit, reafirma las acusaciones que los reguladores ambientales hicieron el año pasado de que Volkswagen instaló dispositivos de "manipulación" para manipular las pruebas de emisiones en 580.000 vehículos diésel vendidos en EE. UU. Aumenta significativamente la presión sobre la empresa al presentar el caso ante un juez federal y solicitar formalmente sanciones judiciales.

La demanda, presentada por el Departamento de Justicia en nombre de la Agencia de Protección Ambiental, solicita sanciones que podrían superar los 18 mil millones de dólares. Queda a criterio del juez si Volkswagen se enfrenta a una sanción tan cuantiosa.

Los analistas de ING dijeron que esperan que Volkswagen busque resolver el asunto fuera de los tribunales.

El fabricante de automóviles enfatizó este lunes que está trabajando para garantizar que sus vehículos cumplan con las normas legales. "Volkswagen seguirá colaborando con la EPA en el desarrollo de soluciones para que los vehículos cumplan plenamente con las regulaciones lo antes posible", declaró la compañía en un comunicado.

Es probable que la demanda no sea el último paso en la persecución del gobierno estadounidense contra Volkswagen, sino que podría marcar el inicio de otras acciones. La acción legal del lunes no implica cargos penales contra Volkswagen ni sus ejecutivos, y la fiscalía federal está llevando a cabo una investigación penal independiente contra el fabricante de automóviles.

Altos funcionarios ambientales de Volkswagen AG y EE. UU. se reunieron brevemente por primera vez el miércoles y acordaron continuar las conversaciones para resolver las infracciones de emisiones del fabricante de automóviles. Este resultado sugiere que ambas partes siguen enfrentadas meses después del estallido de la crisis. No dieron señales de progreso tras una reunión de una hora en las oficinas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en Washington, D. C. En declaraciones casi idénticas, el director ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, y Gina McCarthy, directora de la EPA, se agradecieron mutuamente el tiempo dedicado a reunirse y se comprometieron a seguir dialogando.

La reunión presencial, solicitada por Volkswagen, se produjo un día después de que los reguladores californianos rechazaran el plan de la automotriz para reparar casi 500,000 vehículos diésel manipulados para falsear las pruebas de emisiones, calificándolo de vago e inadecuado. La EPA se mostró de acuerdo con la evaluación de California.

"Cada día que no hay una resolución es un mal día para Volkswagen", dijo Rebecca Lindland, analista senior de la firma de investigación automotriz Kelley Blue Book, añadiendo que no estaba sorprendida de que no se hubiera llegado a una resolución debido a la complejidad de los problemas.

Las negociaciones técnicas sobre la reparación de los vehículos continúan y aún podría alcanzarse un acuerdo entre las dos partes, dijeron los analistas, y agregaron que la incertidumbre dificulta que Volkswagen comience a reconstruir la confianza con los consumidores y otros en los EE. UU.

El Sr. Müller esperaba poder superar el estancamiento en las conversaciones mediante un encuentro personal con la Sra. McCarthy. El domingo, declaró que su solicitud de reunirse con la jefa de la EPA era una muestra de buena educación y que esperaba un resultado positivo. "Solo quería saludarla", dijo, y añadió: "Llevamos meses hablando con la EPA. Es una cuestión de cortesía".

En cambio, las conversaciones entre Volkswagen y las autoridades ambientales estadounidenses parecen estancadas debido a complejos problemas técnicos. El mayor fabricante de automóviles de Europa no ha podido vender vehículos diésel de dos y tres litros en Estados Unidos debido a las infracciones y la falta de certificación para los nuevos modelos.

Durante el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica de esta semana en Detroit, los ejecutivos de Volkswagen se disculparon repetidamente por engañar a los reguladores y a los consumidores estadounidenses. Sin embargo, se mostraron confiados en estar cerca de un acuerdo sobre el retiro del mercado y reafirmaron su determinación de resolver el problema.

Michael Horn, director ejecutivo de Volkswagen Group of America, declaró a la prensa durante el Salón del Automóvil de Detroit que el retiro en Estados Unidos sería multifacético. Incluiría una solución para los sistemas de emisiones, pero también podría incluir otros elementos como obras públicas y la posible recompra de créditos de emisiones que Volkswagen recibió fraudulentamente.

"Queremos corregir esto al estilo estadounidense", dijo el Sr. Horn. "Haremos todo lo posible para corregirlo".

Los reguladores ambientales de California rechazaron el plan para reparar los vehículos contaminados, argumentando que las propuestas no incluían suficiente información para permitirles evaluar a fondo la solución propuesta. Indicaron que no estaba claro cómo la solución afectaría el rendimiento, la seguridad y las emisiones de los vehículos.

Ambas partes continúan las negociaciones. Cuando los periodistas preguntaron cuánto tardarían en resolverse las diferencias, Chris Grundler, director de la oficina de transporte y calidad del aire de la EPA, respondió: «No lo sé».